…la constante vinculación con personas externas al ámbito académico en la REHM me ha ayudado a la hora de lograr consensos con pobladores, productores y funcionarios, en términos de restauración.”
En esta ocasión conversamos con el Dr. Edgardo Pero, biólogo formado den la UNT, investigador y docente radicado actualmenten en Santa Fe. Trabaja el Centro de Investigación y Transferencia (CIT) Rafaela de doble dependencia CONICET y Universidad Nacional de Rafaela (UNRaf). Su formación en temas de restauración le permite llevar adelante proyectos de restauración ecológica de bosques ribereños de Rafaela y evaluar su impacto en la calidad del agua, la erosión de márgenes de ríos y arroyos, entre otros, en cuencas de Tucumán y Santa Fe.
Como segundo convocado aquí sobre tema de restauración en ríos, pero esta vez formado en la UNT,
- ¿Qué crees que te sirvió y qué te faltó de la formación de biólogo para trabajar en un tema como la restauración?
Me formé en la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). De mi formación destaco la experiencia de campo, el reconocimiento de especies de plantas e insectos en particular. Para la restauración, considero muy importante mi experiencia como voluntario y guardafauna en la Reserva de Horco Molle (REHM). Allí aprendí sobre producción en vivero y plantación de árboles, algo central en restauración. Además, la constante vinculación con personas externas al ámbito académico en la REHM me ha ayudado a la hora de lograr consensos con pobladores, productores y funcionarios, en términos de restauración. La participación en política universitaria creo que me ha ayudado en eso también. Sin embargo, en la formación creo que me faltan conocimientos más específicos sobre gestión de proyectos y economía o finanzas, para poder plantear esos aspectos también en los procesos de restauración. A nivel de posgrado, me doctore en la Facultad también, realizando mi tesis en el Instituto de Biodiversidad Neotropical (IBN, CONICET – UNT). Durante mi formación doctoral y posdoctoral adquirí conocimientos en limnología, bioindicación, y socioecología, los cuales me son fundamentales ahora para trabajar en restauración de ecosistemas acuáticos.
2. ¿Qué comparación puedes hacer sobre la restauración en ecosistemas acuáticos del NOA y los de la región pampeana?
Son sistemas distintos, pero que poseen similitudes y diferencias. En cuanto a las problemáticas ambientales que los afectan, ambos tienen como uso del suelo principal a la actividad agrícola-ganadera, pero también usos industriales. En el caso del NOA, estoy trabajando en áreas principalmente cañeras, de producción de caña de azúcar. Un problema a abordar es la competencia entre la conservación y restauración de bosques con la intención de desmontar para poner caña. Además, la contaminación industrial por parte de ingenios azucareros es frecuente. En Santa Fe, estoy trabajando en la zona centro-oeste de la provincia, un área principalmente lechera y ganadera, con muchos tambos lecheros. Corresponde a una zona muy transformada del Espinal santafesino. En esta zona, los pocos montes que quedan son conservados en algunos casos para refugiar y dar alimento al ganado, y eso es una oportunidad para conservar y restaurar. Los sistemas fluviales son distintos, en Tucumán trabajamos en ríos de mayores dimensiones, como el Balderrama o el Seco.
Mientras que, en Santa Fe, encontramos arroyos de menores dimensiones, algunos que probablemente correspondían más a cañadas o bañados, pero en la actualidad se encuentran canalizados. A pesar de estas diferencias, ciertas problemáticas se repiten, como la erosión de los márgenes ribereños con consecuente pérdida de superficie productiva y el anegamiento del suelo en épocas de abundantes lluvias. Ambos problemas pueden ser abordados con la restauración de las riberas y esto genera expectativas en los diversos actores sociales involucrados.
3. ¿Cuáles son los dos o tres mayores retos para la restauración de ecosistemas acuáticos en Argentina?
Uno principal, creo que es coordinar la restauración ecológica con la remediación y el saneamiento de cuencas. Por ejemplo, por más que logremos restaurar grandes corredores ribereños, la calidad del agua de los ríos no llegará a niveles óptimos si siguen recibiendo efluentes contaminantes, tanto urbanos como industriales. Actualmente, existen propuestas de soluciones basadas en la naturaleza, como la de los humedales construidos, para tratamiento de efluentes. Es posible combinar estas opciones con la restauración de riberas y hábitats fluviales, para mejorar tanto parámetros físico-químicos del agua como también valores de biodiversidad.
Por otro lado, la definición de condiciones de referencia para restauración de ecosistemas acuáticos es un reto indispensable para comenzar estos procesos. Así como también, ajustar indicadores para monitorear los procesos de restauración. Para abordar estos dos retos, la limnología argentina ha avanzado en gran medida y contamos con mucha información para hacerlo. Finalmente, un reto común para muchas problemáticas ambientales es el de trabajar interdisciplinariamente, articular esfuerzos y lograr consensos entre diferentes actores sociales clave. La articulación entre profesionales de las ingenierías, la biología, la agronomía, la arquitectura, la geología, las ciencias sociales, entre otras, sigue siendo un gran desafío.